Luz en la selva: La evangelización transforma vidas en Aguarico
En lo más profundo de la Amazonía ecuatoriana, donde la civilización parece un susurro lejano, la palabra de Dios está obrando milagros. En el cantón Aguarico, las comunidades enfrentan grandes desafíos: pobreza, falta de educación y salud, y la sombra del alcohol artesanal que consume muchas vidas. Sin embargo, en medio de la adversidad, una semilla de esperanza ha comenzado a florecer.

Hace más de dos años, la Iglesia Pentecostal Unida Internacional del Ecuador (IPUIE) decidió llevar la luz del evangelio a estas tierras. El pastor Anderson González fue el elegido para esta misión desafiante, y hoy, su entrega y fe están dando sus primeros frutos.
Un nuevo comienzo en Tiputini
En un modesto patio de Tiputini, donde se ha planificado la construcción de un templo para la comunidad, cuatro almas (Anahí Anta, Jose Anta, Alejandro y Mayuri) tomaron la decisión más importante de sus vidas: entregarse a Cristo y ser bautizadas en su nombre.
Entre ellos, un testimonio conmueve hasta las lágrimas: Alejandro, un hombre marcado por la violencia y el maltrato familiar. Su hogar era un lugar de caos, donde su esposa sufría agresiones y discusiones constantes. Sin embargo, ella nunca perdió la fe. A pesar del dolor, siguió asistiendo a los servicios, clamando a Dios por su esposo.
Y un día, el milagro ocurrió. Dios tocó su corazón y transformó su mente. El hombre que antes sembraba miedo en su casa, hoy vela por su familia con amor. Tomó la decisión de bautizarse, acompañado de su hija, dando un paso de fe que marcará su historia para siempre.
Bautismos en el río Napo: Fe más allá de la tormenta
En Pompeya, otro matrimonio encontró en la palabra de Dios el refugio que tanto anhelaban. Juan Jipa y María Pimbo escucharon a unos evangelistas tiempo atrás y sus corazones ardieron de amor por Cristo. Conmovidos, decidieron abrir las puertas de su hogar, para que cada vez que los misioneros llegaran, tuvieran un lugar para predicar.
Pero su historia no terminó ahí. Juntos, tomaron la decisión de bautizarse. La lluvia caía con fuerza y el río Napo estaba turbio, pero su fe era más fuerte que cualquier tormenta. Sin importar el clima, se sumergieron en las aguas, entregando sus vidas completamente a Dios.
La ceremonia estuvo llena de emoción y presencia divina. Rony Freire y David Mendoza, presidente y vicepresidente de la IPUIE, junto al misionero Timothy Whiseant de la Primera Iglesia de Woodland y Vacaville, fueron testigos de este momento.
Una misión que no se detiene
Las misiones de evangelización en este rincón apartado del Ecuador continuarán. El acceso es difícil, la selva es implacable, pero nada detendrá la expansión del evangelio. La palabra de Dios es fuerza, es luz y es vida. Y mientras haya corazones dispuestos a recibirla, la misión seguirá adelante, hasta los confines de la tierra.
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